Realizar un buen resumen de un texto nos llevará a
comprender con mayor claridad el pensamiento de otras personas, por lo que te
exhortamos tomar en cuenta esta herramienta.
El resumen consiste básicamente en la reducción a términos
breves y concisos de lo esencial de un asunto o materia.
Puede ocurrir que tengamos que resumir un texto
literariamente defectuoso, aunque lleno de excelentes ideas.
La capacidad de resumir va ligada a la capacidad de
comprender con precisión lo que se considera esencial.
Es el paso previo a todo análisis y comentario del texto,
que nos garantiza la comprensión con exactitud de lo esencial de aquello que
tenemos, posteriormente, que analizar o comentar.
Un resumen no es un esquema, ni un conjunto de notas
ordenadas…
El resumen debe ser claro y bien redactado. Puede ocurrir
que tengamos que resumir un texto literariamente defectuoso, aunque plagado de
excelentes ideas. En ese caso debemos evitar contagiarnos de los defectos del
texto cuando éste utiliza un castellano oscuro e incorrecto.
Cómo resumir
1. Leer el texto tantas veces
como sea necesario.
2. Pensar en el texto e
"integrarnos" a él, hasta estar seguros de haberlo comprendido.
3. Discernir la importancia
de cada elemento que figura en el texto.
4. Elegir qué elementos
debemos sacrificar y cuáles destacar.
5. Por último expresar con
nuestras propias palabras lo que hemos comprendido.
Cuestiones prácticas
Hemos de plantearnos preguntas elementales en torno al
texto:
1. De qué se trata
exactamente?
2. Por qué se ha escrito?
¿Qué quiere explicarme el autor?
3. Qué pone de relieve? ¿En
qué insiste?
Ya que el resumen no es un procedimiento mecánico requiere
la presencia permanente de la imaginación y la inteligencia.
Subrayar desde la primera lectura palabras y expresiones
consideradas importantes, así como establecer divisiones en el texto o enlaces
entre sus partes no es recomendado al estudiante. Si tales notas precipitadas
fueran erróneas, lo que es muy probable, nos ocultarían el sentido real del
texto en ulteriores lecturas.
Es más efectivo y seguro leer antes el texto dos o tres
veces con atención, sin subrayar ni anotar nada.
A continuación, sin volver a mirar el texto, reflexionar
sobre el mismo intentando expresar su idea central, su punto de partida, su
encadenamiento lógico… escribiendo las conclusiones, si es necesario, en un
papel distinto del que vamos a utilizar.
Proceder a una nueva lectura del texto subrayando, en este
caso, más que las ideas centrales (que ya hemos asimilado y no se nos
olvidarán) aquellas ideas importantes que no deben ser excluidas del resumen,
pero procurando no subrayar frases enteras a menos que lo consideremos
indispensable, en cuyo caso debemos ponerlas entre comillas y subrayarlas.
Si el texto es largo podemos realizar un esquema del mismo
en un papel aparte, pero no sobre el mismo texto; hemos de recalcar la división
y encadenamiento de sus partes.
Si el texto es corto podemos iniciar la redacción del
resumen directamente. Esto planteará problemas, sin duda, que deberemos
resolver en el curso de la redacción misma.
Hay que respetar la extensión máxima del resumen según las
instrucciones recibidas (resumir en 10, 15 líneas).
Recordemos, por último, que uno de los sentidos pedagógicos
del resumen de un texto es habituarnos a comprender exactamente el pensamiento
de otra persona.
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